Melissa Sarai Proaño Jurado
Universidad de Sonora / a219212645@unison.mx
El pasado mes de abril, en el marco del Simposio de Historia y Antropología de la Universidad de Sonora, la doctora Lourdes Márquez Morfín fue invitada a “El Baúl de Pesqueira”, programa de radiodifusión histórica realizado por estudiantes de la Licenciatura en Historia.
En este espacio compartió los resultados de su investigación osteopateológica y bioarqueológica en torno a la sífilis en su devenir histórico, así como la importancia de su estudio como un mal endémico durante el siglo XIX. La antropóloga física egresada de la Escuela Nacional de Antropología e Historia anotó que:
La sífilis es una enfermedad que corresponde a una clase de treponema y tiene cuatro variantes. La variante tiene que ver con las mutaciones de este bacilo, que es una espiroqueta y depende de las condiciones ambientales, costumbres y estilos de vida para que pueda ir mutando.
Se ha identificado que el treponema carateum (pinta) es el más antiguo y es al que se le atribuyen las manchas blancas en la piel, características de esta enfermedad. Su origen probable es el continente africano, desde donde se expandió a Europa y Asia. Parte de las hipótesis sobre las mutaciones, surgen en este ir y venir del expansionismo de la bacteria, contribuyendo así a las diferentes formas de la sífilis.
En cuanto a la variante identificada en América, hay una controversia. Existen dos explicaciones: la sífilis viajó de Europa a América o, con la llegada de los españoles en la conquista, estos contrajeron la sífilis americana, la llevaron a Europa y la regresaron a América en una nueva variante. Sobre este asunto, Márquez Morfín advierte que
Las crónicas de la conquista pueden ubicar algunas referencias a las bubas que tenían los indígenas, pero se sabe también que algunos de los españoles venían sifilíticos, entonces parece que lo que puede ser más cierto, es que se hayan combinado las dos variantes volviéndola más epidémica.
Durante el siglo XV la sífilis coincidió con la lepra y la tuberculosis, por lo cual identificar qué enfermedad se padecía era complejo, ya que las manifestaciones físicas eran relativamente similares. Algunas investigaciones aseguran que se trataban de epidemias de lepra, mientras otras sostienen que pudo haber sido sífilis.
En la citada entrevista para “El Baúl de Pesqueira”, la investigadora emérita del Instituto Nacional de Antropología e Historia señaló que la variante más nueva es la sífilis venérea, la cual se contrae por contacto sexual, ocasionando problemas en el sistema nervioso, en diferentes órganos del cuerpo y afectando los huesos en una estadía más severa.
Como resultado de las excavaciones en hospitales del periodo colonial en la Ciudad de México, se extrajeron series esqueléticas y se hicieron análisis a partir de los huesos afectados para identificar la etiología de la enfermedad. Las huellas encontradas en los huesos pueden ser iguales; sin embargo, puede tratarse de distintas enfermedades. El resultado de ese análisis de los vestigios humanos definirá si se trata de lepra, tuberculosis o sífilis venérea.
A manera de conclusión, es importante anotar la relevancia de los estudios interdisciplinarios de las enfermedades, pues estos contribuyen a su identificación, tratamiento y evolución, mismos que determinarán la estadía del ser humano en el planeta. Evidentemente, la combinación de la Historia con la Antropología física y concretamente con la Osteopatología y la Bioarqueología, nos permitirán explorar las distintas y complejas dimensiones de padecimientos como la sífilis en su devenir histórico.


Fotografía: entrevista de David Omar Rosas López con la doctora Lourdes Márquez Morfín, para “El Baúl de Pesqueira” (20 de abril del 2023) proyecto de radiodifusión histórica del Departamento de Historia y Antropología de la Universidad de Sonora, en coordinación con Radio Universidad 107.5FM.
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