Un grupo de estudiantes radicales en la Universidad Autónoma de Sinaloa
“Fuimos enfermos y no hubo medicina que nos curara al inoculársenos el virus rojo del comunismo”
Sergio Arturo Sánchez Parra
Universidad Autónoma de Sinaloa
Hace poco más de cinco décadas, en distintas escuelas y facultades de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), hubo una organización estudiantil perteneciente a la Federación de Estudiantes Universitarios Sinaloenses (FEUS) que tuvo ideas políticas de ultraizquierda. Por eso los periódicos y la gente les denominó “enfermos”. No por una condición psiquiátrica, sino porque afirmaban que la única forma de cambiar a la sociedad era la lucha armada.
Este fenómeno de radicalismo político, en su momento, Lenin lo reflexionó y produjo un libro (La enfermedad infantil del izquierdismo en el comunismo) en el cual cuestionó el comportamiento de decenas de jóvenes rusos que sostenían que la violencia podía cambiar al mundo, negando la posibilidad de que hubiera otras estrategias para tal fin. De ahí les vino el mote de enfermos a los estudiantes universitarios sinaloenses.
En los años setenta, en lo que era la Alma Mater de nuestra entidad, ellos se asentaron en escuelas profesionales como Economía, Ciencias Químicas, Derecho y Ciencias Sociales, Ingeniería, Contabilidad y Administración, Ciencias del Mar y la preparatoria central en Culiacán. Sus edades oscilaron entre 15 y 23 años.
Por su ideología, proclive a legitimar la lucha armada, apostaron a que en el valle y capital estatal podían instrumentar un “foco insurreccional” que se tradujo en movilizaciones callejeras, ataques a centros comerciales con bombas molotov y otros artefactos explosivos. Pero, su principal acción política y militar se llevó a cabo el 16 de enero de 1974 durante las llamadas “Jornadas de Agitación y Combate para Destruir al Estado Burgués”, que implicó poner en marcha un ensayo insurreccional en los campos agrícolas que rodean a Culiacán y la propia ciudad, convocando a la población a la revolución y la instauración de la dictadura del proletariado.
Al interior de la universidad -por su forma de ver y querer transformar el mundo- tuvieron fuertes discrepancias con el resto de organizaciones estudiantiles como los que peyorativamente denominaban los “pescados”, militantes del Partido y las Juventudes Comunistas de México (JCM), y del grupo José María Morelos, los “chemones”.
La violencia física llegó al interior del campus universitario y en uno de esos enfrentamientos, murieron dos estudiantes (un enfermo y un chemón) el 17 de mayo de 1973 en el Edificio Central, sede principal de la institución. La virulencia de su antagonismo con las organizaciones estudiantiles con las que tuvieron fuertes discrepancias podemos sintetizarlas en aquella famosa frase que, a manera de consigna, estuvo pintada durante mucho tiempo afuera de la citada instalación, ésta decía así: “Ahorcaremos al último pescado, con la tripa del último chemón”.
Por su radicalismo político, las acciones armadas que pusieron en marcha y por pertenecer a la guerrilla urbana conocida como Liga Comunista 23 de Septiembre (LC23S), los enfermos fueron objeto de la persecución por parte de las fuerzas de seguridad del Estado mexicano. Éste, a través de grupos paramilitares ilegales como la llamada “Brigada Blanca” que perteneció a la Dirección Federal de Seguridad (DFS), organismo encargado de la seguridad en el país dependiente de la Secretaría de Gobernación, persiguió, reprimió, asesinó y -lamentablemente- desapareció a decenas de activistas radicales del citado grupo enfermo.
Para saber más:
Sergio Arturo Sánchez Parra (2012). Estudiantes en armas. Una historia política y cultural del movimiento estudiantil de los enfermos (1972-1978). UAS. Culiacán. Disponible online: https://editorial.uas.edu.mx/img/LibrosElectronicos/EstudiantesArmas.pdf

Selección: Venecia C. Lara Caldera.
Fuente: https://fuentesfidedignas.com.mx/index.php/2024/04/07/7-de-abril-no-se-olvida-52-aniversario-del-asesinato-de-maria-isabel-y-juan-de-dios-martires-universitarios-caidos-en-1972/
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