Ladridos desde el más allá

Mónica Moctezuma Valenzuela

Universidad de Sonora / a219214957@unison.mx

La mejor idea de los seres humanos -hasta el momento- ha sido domesticar al que es conocido como “el mejor amigo del hombre”. Gracias a los perros, la humanidad ha podido avanzar como sociedad desde el principio de esta fructífera correlación.

Tan importantes han sido nuestros compañeros caninos que las primeras civilizaciones los llegaron a representar en su mitología y cosmovisión, dándoles muchas veces el papel de protectores y guías hacia el más allá.

En diversas culturas alrededor del mundo podemos encontrar representaciones caninas para deidades, mismas que están ligadas con la muerte. A continuación, mencionaremos algunas de éstas y el por qué los cánidos han sido entrelazados con el final de la vida.

Comencemos por Anubis, dios de la muerte de los antiguos egipcios, un ser antropomórfico con cuerpo de hombre y cabeza de chacal. Sofía Bontempo (2015) indica que “se cree que al principio era venerado solamente con su representación animal, antes de que se fusionara con el hombre” y apareciera la imagen que todos conocemos.

El chacal, aunque no sea un ser domesticado, es parte de la familia de los cánidos, por lo que es relevante entender su veneración. Este animal es de tendencias carroñeras, por lo que los egipcios lo relacionaron directamente con los muertos y el trato que se les debe de dar. Anubis fue el primer embalsamador y es representado en muchas ocasiones llevando a cabo esta acción.

Por su lado, los griegos tenían a Cerbero, el gran guardián del inframundo. Se trata de un perro de dimensiones colosales que poseía tres cabezas. Su misión era guardar las puertas del reino de su amo -Hades- evitando así que cualquier alma pudiera salir y que algún curioso mortal entrara. La imagen de este can es un reflejo de los perros de la época, los cuales en su mayoría eran utilizados para proteger tanto las ciudades pequeñas como los rebaños.

Para terminar, tenemos a Xólotl, una de las deidades menores del panteón mexica, el cual era asociado con la muerte y el inframundo. Este dios tiene su propia encarnación en la raza sin pelo del mismo nombre. Se consideraba que los perros de esta raza te ayudaban a cruzar el río del Mictlán, esto solamente si en tu vida habías dado buenos tratos a los perros, de lo contrario te quedabas varado en este nivel por toda la eternidad. Aquí podemos apreciar el rol de ayudante y compañero que cumplen los canes en nuestras vidas.

Los perros han formado parte de nuestras vidas desde la etapa de caza-recolección. Tan importantes han sido que fueron representados en el folklore de diferentes civilizaciones.

Actualmente siguen cumpliendo la misión de apoyarnos y acompañarnos en el complejo camino de la vida, algunos como perros de soporte emocional, ayudando a gente con ansiedad o depresión; también existen los detectores de enfermedades como el cáncer y la diabetes, mientras que otros acompañan a pacientes en hospitales, dándoles ánimo para seguir con su lucha. Los canes siempre serán parte de nosotros como nosotros de ellos.

Para saber más:

Bontempo, Sofía (2015). “Anubis y Upaut, dioses caninos que se complementan en sus funciones funerarias”. Eikón Imago. 7 (1).  Universidad de Buenos Aires.

Fotografía: Niña junto a perra dalmata y cachorros (1957).

Fuente: Mediateca INAH https://mediateca.inah.gob.mx/islandora_74/islandora/object/fotografia%3A459067

Imagen: Anubis embalsamando.

https://www.elplural.com/autonomias/cataluna/a-que-debe-su-nombre-la-operacion-anubis_109813102

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