La higiene escolar en Baja California durante la primera mitad XX

David Piñera Ramírez

Universidad Autónoma de Baja California / davidpinera@uabc.edu.mx 

Arturo Fierros Hernández

Secundaria General 31, Baja California / arturofierrosh@gmail.com

La higiene escolar consistía en una serie de normas y reglas impuestas por autoridades médicas y educativas para resguardar la salud del alumnado. Sin ellas, las escuelas no serían lo que son; es casi seguro que muchos infantes hubieran enfermado o muerto.

Se podría pensar que en un territorio como Baja California, distante del centro de la República Mexicana, poco se hizo con respecto a la higiene de las escuelas y estudiantes, pero nada más alejado de la realidad.

Uno de los aspectos más importantes a resaltar es que muchas de las escuelas fueron construidas bajo las normas de higiene de la época, que incluían la correcta circulación del aire y el ingreso de luz. Como ejemplo de esto tenemos:

  • Escuelas elementales número 3 (para niños) y 4 (para niñas) -ambas edificadas en 1900- que después se unificarían bajo el nombre de Miguel F. Martínez, y Álvaro Obregón (1928) en Tijuana.
  • Cuauhtémoc (1916), Leona Vicario (1924) y Benito Juárez (1925) en Mexicali.
  • La corregidora (1922) y Progreso (1925) en el puerto de Ensenada.

Además, se abrieron escuelas que, aunque estaban en ejidos y colonias agrícolas, cumplían con esas características establecidas en la normatividad. En términos generales, las condiciones de los edificios y algunas prácticas, como la revisión de los niños y niñas, para prevenir infestaciones de piojos, contribuían a que algunos padecimientos se evitaran.

Sin embargo, otras enfermedades atacaban a la población escolar. En 1912, por ejemplo, se presentó un brote de tosferina en la escuela Miguel F. Martínez en la ciudad de Tijuana. Hay reportes de que algunas escuelas ensenadenses sufrieron los embates de la viruela durante la segunda década del siglo XX. En 1922 hubo un brote de viruela en la escuela del Rosario y seis años después se presentó en el centro escolar que se ubicaba en Punta Banda. Es importante anotar que en todos episodios se implementaron cuarentenas, así como la desinfección de los edificios.

Lamentablemente muchas de las medidas higiénicas como las inspecciones periódicas, la obligatoriedad de la cartilla de vacunación y la limpieza de los edificios escolares, se han abandonaron para las últimas décadas del siglo XX por considerar, en cierto sentido, que muchas de esas enfermedades (como la viruela o la tosferina) ya no son tan frecuentes y que las acciones realizadas -en el acto de la inspección- son incompatibles con los derechos de los niños.

Esto enfatiza la necesidad de encontrar un punto de equilibrio en el que se salvaguarden tales derechos y se logre la seguridad general en materia de salud pública.  Asimismo, nos ubica en el tiempo presente caracterizado por la difícil situación que atravesamos a consecuencia del SARS-CoV-2, generador de la enfermedad COVID-19, que aqueja al ámbito escolar y a los diversos sectores de la sociedad.

Para saber más sobre el tema véase: “Los inicios de la higiene escolar en Baja California (1900-1940)” de los autores de este texto, en https://www.rmhe.somehide.org/index.php/revista/article/view/375/445

La versión audiovisual del artículo la puede consultar en nuestro canal de Youtube.

Clase de gimnasia a los alumnos de la Escuela Nacional de Tijuana. 1917.
Fuente: Archivo del Instituto de Investigaciones Históricas UABC.

Deja un comentario